Email deliverability… ¿escuchaste alguna vez ese término? Bueno, no quiero asustarte pero lo vas a escuchar cada vez más. Mejorar nuestra email deliverability tiene que ver con mejorar nuestra reputación como remitente, para asegurarnos que nuestros emails lleguen a la bandeja principal de nuestros prospectos y no a bandejas secundarias (como las de “Promociones”) o a SPAM.
La realidad es que es cada vez más normal que muchos emails de prospección terminen en SPAM. Esto se da porque muchas empresas se enfocan en la cantidad de emails enviados, sin enfocarse en la infraestructura necesaria para hacer esto.
Cuando enviamos emails genéricos a gran escala, es probable que tarde o temprano estos terminen en SPAM debido a que los filtros anti-SPAM de los proveedores de email como Google y Microsoft están cada vez más finos, y a que las empresas están cada vez más determinadas a evitar que sus empleados reciban cientos de emails por día.
Por eso nuestro desafío es hacer outbound inteligente, que llegue a quien tiene que llegar con el mensaje indicado para cada persona.
Imaginate en la siguiente situación. Escribiste una secuencia de emails perfecta. Sabes que el copy de tus correos está increíble, sabés que le estás pegando a tu propuesta de valor y a los pains que tus clientes potenciales tienen. Armaste una lista perfecta de empresas dentro de tu ICP, y en base a eso, conseguiste los datos de contacto de cientos de personas dentro de esas empresas a las cuales tu solución les vendría muy bien. Sabes que de sólo leer tu email, se van a interesar en hablar con vos para solucionar el problema que tienen.
Hermosa sensación, ¿verdad? Pero le das al botón de enviar y ves que nadie contesta. Cero. Nada. Nein. Niente. Nothing. Y te preguntas qué puede haber salido mal, si estaba todo perfecto. ¿Por qué nadie contesta?. Bueno, puede ser que nadie te esté leyendo, porque ninguno de esos emails llegó a la bandeja de entrada principal.
Y es que el diseño de una campaña de mails en frío no puede ser perfecto a menos que se tenga en consideración el email deliverability, es decir, la capacidad de tus emails de llegar a la bandeja principal de tus prospectos. Muchos correos de ventas, habitualmente, son catalogados como “promociones” o “spam” desde el principio, y esta situación afecta tu tasa de apertura, respuesta y conversión ya que los correos que no logran ingresar a la bandeja principal son frecuentemente ignorados, y se termina perdiendo todo el propósito de una campaña outbound.
De la misma forma, hay un evento canónico para todo SDR/BDR outbound y es el bloqueo de nuestra cuenta de mail. Todos estuvimos ahí alguna vez. Y realmente no es para nada agradable tener que estar pidiendo a tu admin de Google Workspace, por ejemplo, que te desbloquee la cuenta.
Los que lleven más tiempo haciendo outbound probablemente sean los más sorprendidos. Hace algunos años uno podía hacer oubound enviando cientos de emails automatizados desde un sólo dominio sin mayores preocupaciones. Esta era la forma de hacer outbound, y sabíamos que traía resultados y que no había penalizaciones por parte de Google o Microsoft.
Pero eso cambió a partir de 2023. Hoy a Google y a Microsoft sí les importa cuántos emails envias por día, cómo los envías y a quién se los envias. Y es por eso que decidieron ponerse más rígidos con las penalizaciones a quienes sospechen que están haciendo algún tipo de SPAM.
Entonces, si queremos ganar en este nuevo mundo outbound, tenemos que volar por debajo de ese radar y asegurarnos de que nadie (ni humanos ni robots) nos tomen como spammers.
En esta guía vamos a ver todo lo que necesitas saber para asegurarte de que tus emails lleguen a donde tienen que llegar, a la bandeja de entrada principal de tus prospectos.
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